A las 2 de la tarde lo primero que hicimos fue ordenar los juguetes recibidos: Muñecas, juegos didácticos, peluches, burbujeros en cantidad, barriletes y pelotas se hicieron presentes.
Cuando los pequeños llegaron, los separamos en pequeños grupos y leímos un cuento a cada uno de ellos.
Al terminar el cuento y con pinceles y esponjitas en mano cado uno hizo un dibujo acerca de la historia que escucharon.
¡La actividad les encantó! En pocos minutos, el salón del comedor se convirtió en una de las mejores galerías de arte de Buenos Aires. Al acabarse las temperas, todos exhibíamos manchas que probaban cuánto disfrutamos: Manos, narices, remeras, zapatillas y hasta paredes fueron teñidas de colores.
Terminada la actividad, y después de un multitudinario sorteo de libros comenzó la merienda.Tortas de todos los sabores y leche chocolatada saciaron el hambre que tanta pintura había generado.
1 comentario:
Nos alegramos de que hayan disfrutado el festejo del día del niño!!!
Saludos
La Fábrica
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